ARAGÓN. 23 ABRIL. SAN JORGE. TRADICIÓN, CULTURA E IDENTIDAD.

El 23 de abril, la comunidad autónoma de Aragón celebra la festividad de San Jorge, una de las más sentidas de la región. Este día no es sólo una ocasión para honrar al patrón de Aragón, sino también un momento de orgullo cultural e histórico para los aragoneses. Entre celebraciones religiosas, actos culturales y recreaciones históricas, el 23 de abril se convierte en un símbolo de unidad e identidad para la región.

San Jorge es uno de los santos más venerados del mundo y patrón no sólo de Aragón, sino también de otras regiones y países como Inglaterra, Cataluña y Georgia. Su figura está envuelta en la leyenda, y la historia más famosa lo describe como un valiente caballero que mata a un dragón para salvar a una princesa y liberar a un pueblo del terror. La figura del dragón vencido por San Jorge representa la lucha entre el bien y el mal, tema presente también en muchas tradiciones aragonesas.

En Aragón, la devoción a San Jorge se remonta a la Edad Media, cuando se asoció al santo con la victoria cristiana contra los musulmanes en la batalla de Alcoraz (1096). Según la leyenda, San Jorge apareció milagrosamente en el campo de batalla para ayudar a las tropas aragonesas, garantizándoles la victoria. A partir de ese momento, el santo se convirtió en patrón de la región y su emblema, la cruz roja sobre fondo blanco, se adoptó en el escudo aragonés. Por eso, cada año, el 23 de abril, Aragón se llena de actos y manifestaciones que mezclan religión, cultura y folclore. Las celebraciones tienen lugar en toda la región, pero las más importantes se celebran en Zaragoza, Huesca y Teruel.

En Zaragoza, capital de la región, se celebran actos institucionales en homenaje a San Jorge. Autoridades locales y regionales participan en actos oficiales, lecturas públicas y conmemoraciones históricas que ponen de relieve el valor de la festividad para la identidad aragonesa.

La Fiesta de San Jorge en Aragón es mucho más que una simple festividad: es una celebración del orgullo, la cultura y la historia aragonesas. Con una mezcla única de espiritualidad, este día refuerza el vínculo de los aragoneses con sus raíces y ofrece una experiencia inolvidable a todos los que la viven.